Muchas veces me pregunto cómo es que llego hasta aquí, en que rincón de mi alma se encuentran todas estas palabras amontonadas, por qué me empujan el pecho de esta manera?

Inexorablemente comienzo a sentir, cierro los ojos y mis manos se desvanecen por el teclado, mi corazón también lo hace, latiendo intensamente, lastimándome sin enmudezco mis manos.

Tengo frio hoy, aunque en el pecho me queman los sentimientos, sé que te voy a encontrar, que van a sonreír nuestros ojos y que será imposible preguntarnos si éramos nosotros, si esta historia era así, si estaba escrita en algún lado o tan solo la anhelábamos con todo nuestro ser.-

Sé que estas ahí esperando ese día y aquí estoy yo en mi soledad escribiendo para vos, deseando que ese día llegue tan pronto como el latir de mi corazón en este momento, amándote sin poder mirarte a los ojos, besando tus labios como si fueran parte de un recuerdo, sintiendo tu piel como si recién nos hubiésemos acariciado…

Sé que estas ahí y aquí estoy yo, escuchando la melodía que nos da paz, abrazados al silencio esquivando la tempestad de lo que se vive fuera. Llorando a veces la injusticia que nuestra mente no puede, ni quiere comprender.

Sé que estas ahí y yo también estoy aquí para comenzar a reconocernos, a recorrernos las miradas, las horas, las palabras.-

Sé que te he dejado solo recorriendo la vida sin que puedas encontrarme, conocerme; no tenía más remedio que esconderme tras mil escudos para no lastimarte, ni lastimarme. No podía mostrarme más que una mujer de fantasía, una mujer vacía y despechada, una mujer enferma.

 Aunque mientras pasa la vida, sé que lo hice y de pensar que así fue por momentos mi esperanza se desvanece y mi alma muere.

No podía decirte quien era, ni mostrarte mi verdadera esencia, tenía miedo, mucho miedo, corría de mi propia mente, alejaba a todos para dejarme caer y poder reconocerme, para sanar cada una de mis heridas hasta que el día en que pudieras verme, no vieras ni una sola cicatriz. No tenía fuerzas, no podía más que alejar todo lo hermoso que vivía,  tenía miedo de encontrarte, de enamorarme, tenía miedo de que fueras vos, de perderte como tantas cosas he perdido, no estaba preparada para perder otra vez.-

Sé que estas ahí y yo estoy aquí, necesito que me busques ahora, que te animes a encontrarme y salvarme de estos tormentosos días en que tanto te extraño.

Sé que estas ahí y no puedo encontrarte, quizás porque aún no es el momento o quizás porque vos también necesitas ocultarte para sanar tú alma y no lastimarnos.

Dejame sanar tu heridas con mis caricias, dejame recorrer tu historia con mis labios, dejame que te encuentre aunque ya te haya visto, pero por favor no dejemos que la aguja del reloj de otra vuelta, no te entregues al desafío del destino, porque el destino cambia, muere en el tiempo si encontrarnos es tan solo un sueño y no algo que nos permitimos.