Aunque la vida se empeña en enseñarnos con tantas despedidas, aún así no aprendemos a detenernos y encontrarnos, no aprendemos a buscarnos. Nuestros egos son más grandes, llenos de explicaciones de desencuentro, de rutina que abraza, pero tan solo para atormentarnos.
Nos vamos despidiendo y ya no somos los mismos, hasta que llega un día que no somos más que recuerdos.
Venia Zulma a saludarme, enérgica, sonriente, de esas personas que son tus clientes, pero te ven y te abrazan como si te hubieran criado, con todo ese amor materno, cálido y tan disfrutable. Hacía tiempo no la veía, la habían operado del corazón, todo salió muy bien y vino a saludarme, sus ojos eran los mismo, llenos de amor...
pero Zulma ya no es la misma, ahora camina lento, ya casi no sonríe y cuando te abraza parece que siempre se despide por si un día ya no vuelve.
Nos vamos despidiendo cuando él esta tan cerca y yo tan lejos.
Nos vamos despidiendo cuando busco los medios para volver a los lugares donde volví a sonreír como adolescente y no existe el transporte para llegar a ese momento.
Se va la gente y nosotros nos vamos despidiendo sin buscarnos, sin encontrarnos.
Nosotros que aún podemos, no nos damos cuenta que los días pasan y en la ley de esta vida también podemos partir sin volver a abrazarnos o decirnos todo eso que sentimos. -
Si aún estas allí, quiero que sepas que también estoy aquí, que podemos vernos, tomar un café, mandarnos un ínfimo mensaje para saber de nosotros, de lo lindo que fue encontrarnos en esta vida. -
Vos que estás leyendo ahora, quiero que sepas que si llegaste hasta aquí, es porque estas en mi vida porque te quiero, estas en mis preciados momentos y en los que volvería a elegir si así se pudiera. - Estoy aquí desde mi alma dándote un abrazo, deseando que tu vida sea tan hermosa como todo lo que sentí al conocerte. -
Porque la vida pasa y quiero que aunque un día nos demos cuenta que ya no estamos despidiendo, nos abracemos más fuerte y sepamos en la distancia, en el destiempo, en la partida, que valió la pena habernos encontrado.

Desde mi alma en el verdadero camino de la vida. 

Yanina Ulloa Faget